Corrían los últimos días de 1965. El año había sido totalmente anodino. El pueblo dormitaba en el aburrimiento. El panorama se presentaba desesperanzador. Nada hacía pensar que algo fuera a cambiar. De pronto, ocurrió. El 1 de enero, Manolo asomó la cabeza a este mundo. Y ya nada volvió a ser igual. Comenzaba la historia de una quinta destinada a dejar huella. Una historia que dura ya medio siglo… y lo que le queda. Nuestra historia.
domingo, 21 de agosto de 2016
La ruta 66
La quinta del 66 ha sido una quinta única, con un destino especial: ser el soporte y el testigo del camino de la sociedad rural ancestral, arraigada en Torrenueva durante siglos, hacia la modernidad. La última de "auténticos" torreveños.
Carmelo Cruz nos lo cuenta en un relato que refleja cómo era hace medio siglo aquel "pedacito del mundo en el que fuimos dados a luz llamado Torrenueva. Un lugar donde aprendimos a caminar juntos, erguidos sobre nuestros valores y dificultades comunes, el punto de partida común que nos dotó de las capacidades para explorar el mundo y experimentarlo".
"La transmutación social se fue produciendo casi sin darnos cuenta, al mismo paso que nuestro propio desarrollo. El pueblo se fue transformando junto a nosotros, y nosotros con él". Ahora podemos recordar, paso a paso, ese camino conjunto del que hemos sido partícipes en las Memorias de la Ruta del 66 de un lugar de La Mancha.
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Precioso relato. Se nota que está hecho con mucho cariño y dedicación. Sin pertenecer a esa generación me ha transportado a esos años de finales de los 60 y principios de los 70, como si hubiera estado allí mismo. Enhorabuena a su autor.
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