jueves, 5 de septiembre de 2019

Verano de ausencias y suegras

Este verano de 2019, que terminará después de los días festivos que ya encaramos, ha sido intenso y agridulce para la quinta del 66. Hemos tenido que despedir a padres y madres. Vaya para ellos nuestro recuerdo, que no se borra, y para sus hijos nuestro cariño incondicional. Habrá más despedidas. El tiempo no se para y los que nos quedan van para (muy) mayores.

También se ha ido, ¡ay!, uno de nosotros. El 31 de julio, recién cumplido el tercer aniversario del gran día, Florentino se unió a Dani, Felipa, Gabriel y Cruz. Son ya cinco los que faltan. ¡Un abrazo allí donde estéis! 



Pero, precisamente porque el tiempo no se para, las muertes se entrelazan con las celebraciones de vida. Así, un par de quintas han engrosado estos meses veraniegos las filas de las suegras  esparciendo chocolate por rostros y otras partes corporales menos nombrables. ¡Enhorabuena a ambas! 



Esperemos que pronto se sumen también a la lista de abuelas y abuelos de este grupo, que hay que perpetuar la memoria de la quinta más allá de los 107 años. 

Y no podía faltar la reunión ya tradicional en torno a los churros andaluces. Aunque esta vez no hubo mucha asistencia, las que se presentaron a la cita pudieron disfrutar de la aparición de Antonio, nuestro capellán particular. 


De todo esto y mucho más, hablaremos pronto, en torno a esas esperadas migas otoñales. 

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