La fiesta de las Ánimas es siempre algo único en Torrenueva. Sobre todo, para quien corre la bandera. Y este año, más todavía. Porque ha sido la Borricá de Antonia y, gracias a ella, ha sido también un poco la Borricá de todos nosotros.
Durante semanas, hemos ido siguiendo paso a paso el arduo trabajo de los preparativos. Ayer, Antonia disfrutó por fin al ver promesa cumplida, con el apoyo de mucha gente. Entre ellos, quintos y quintas que, con sus ojos –y sus manos-, lograron que los que no pudieron estar presentes vivieran también la gran fiesta torreveña, desde la colocación del pelele al último giro sobre la banqueta cuando ya alguna ni siquiera se atrevía a mirar el reloj.
Aquí quedan, para el recuerdo, las fotos y los vídeos de la Borricá de Antonia con la mirada particular de la quinta de 1966.
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