Corrían los últimos días de 1965. El año había sido totalmente anodino. El pueblo dormitaba en el aburrimiento. El panorama se presentaba desesperanzador. Nada hacía pensar que algo fuera a cambiar. De pronto, ocurrió. El 1 de enero, Manolo asomó la cabeza a este mundo. Y ya nada volvió a ser igual. Comenzaba la historia de una quinta destinada a dejar huella. Una historia que dura ya medio siglo… y lo que le queda. Nuestra historia.
lunes, 10 de septiembre de 2018
Milagro con churros
Y lo que parecía imposible se produjo. Entre compromisos, trasnoches, resacas, familias y otros líos fiesteros, este año conseguimos por fin encontrar un hueco para catar unos churros, degustar sesos de alce, recordar viejos tiempos en los coches de choque y despedirnos con unas cervezas de la feria de este año.
Aunque el verdadero milagro fue la aparición de un quinto desaparecido y hallado en la terraza de Los Andaluces. Para los incrédulos, queda la prueba de la primera foto. Y el que más aguantó se llevó, además, el premio de posar con las bellezas torreveñas. De todo ello dejamos aquí constancia.
El próximo milagro –aún por ver-, la conversión de las buenas intenciones en migas.
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